junio 11, 2009

¡Listo!… en el primer nanosegundo del mes

El hecho que el Gran Hacendado de turno expresase así fuese solo una posible intención de debatir con unos intelectuales extranjeros, mientras que jamás se digna a hacerlo con los ciudadanos venezolanos, me revolvió el alma. A continuación me permito citarles de "Acordes extraños" un artículo escrito por el periodista y poeta cubano Raúl Rivero y que fuese publicado en El Mundo de España en abril de 2009.

"Aunque se anuncian músicas nuevas, los cubanos tienen que seguir en el baile, solos en el salón, con la más fea. Y la más fea es la dictadura. Es una mala costumbre. Una falta elemental de urbanidad que los totalitarios han trasmitido a los demócratas. Los cubanos no cuentan. Se les organiza la vida, se decide hasta el color y la madera que se utilizará para fabricar sus ataúdes, pero ellos no tienen la oportunidad ni de decir «esta muerte es mía»… Los que llevan medio siglo en la sala de baile no necesitan expertos ni maestros de danza. No añoran nuevos músicos. Ni asumen el color de otras cadencias. Quieren que se vaya la orquesta y que se enciendan las luces".

Yo, un venezolano que con algo más de medio siglo acumulando deseos por lo mejor de mi país igualmente quiero que se "vaya la orquesta y que se enciendan las luces", para debatir lo que antes de nada debemos debatir en Venezuela… ¿El quién debe ser el sembrador de las resultas petroleras, los Grandes Hacendados de turno con sus respectivos aparatajes gubernamentales o los ciudadanos?

Si las resultas petroleras son las semillas que hemos de sembrar, entonces éstas no representan los peces como nos quieren hacer creer quienes quieren seguir usufructuándolas, sino en verdad son nuestras cañas de pescar.

A mí no me cabe la menor duda que somos los ciudadanos quienes debemos recibir esas cañas de pescar que representan las resultas petroleras, para así tener la posibilidad de aprender a pescar… como tampoco me cabe la menor duda que tenemos que quitarle al gobierno esas cañas de pescar para evitar que sean usadas como látigos, así como para evitar el tener una ciudadanía sentada con expectativas esperando por los pescados… como tampoco me cabe la menor duda que desde el principio debemos entregarle las cañas de pescar a los ciudadanos para que a nuestro país no se le vaya la vida con sus ciudadanos peleándose entre sí por ellas.

Imagínense a las resultas petroleras, o sea lo que queda después de haber efectuado todos los apartados necesarios para acometer las inversiones sin tener que hipotecar el petróleo, siendo depositadas en un fondo de los ciudadanos… y del cual una Junta de siete miembros elegida por los ciudadanos decide cuánto se debe repartir considerando las variables macroeconómicas y el deseo de brindarle una mayor estabilidad al país… y luego ese monto, en el primer nanosegundo de cada mes, es repartido por igual entre los ciudadanos abonando las tarjetas de débito que previamente se le ha entregado a todos ellos. A partir de ese nanosegundo ningún ciudadano tiene porqué albergar expectativas petroleras con respecto a sus gobiernos; a partir de ahí ningún gobierno tiene razón de ocuparse de la repartición que corrompe y por lo tanto puede gobernar como un gobierno normal; a partir de ahí los ciudadanos podrán buscar cómo manejar las tantas otras dificultades implícitas en ser un país petrolero.

Las resultas del petróleo son una bendición que las hemos convertido en maldición permitiendo que las decisiones sobre su uso recaigan en el Gran Hacendado de turno… sea éste quien sea, amarillo, azul o rojo. Necesitamos que se prenda la luz que ilumine esta triste realidad venezolana y sobre la cual jamás se debate.

Gran Hacendado de turno, así como cualquier otro aspirante a ese cargombur, no sean cobardes y atrévanse responder… ¿Quiénes creen ustedes que pueda maneja mejor las resultas petroleras, ustedes decidiendo sobre 4.000.000.000 dólares mensuales que no son suyos o cada uno de sus ciudadanos decidiendo sobre los 160 dólares suyos? ¿Ustedes? ¿Es esa la confianza que ustedes les tienen a sus compatriotas? En ese caso permítame expresar mis serias dudas sobre sus propias capacidades para administrar sus propios 160 dólares mensuales. Mejor se las entregamos a sus mamás.