septiembre 24, 2009

La pita

En la semana observé con espanto como el jefe de Estado, el presidente, el que fue elegido para gobernar para todo el país, aupaba unos colegiales con un "vamos a darle una pita a los escuálidos ¡Aaauuuhhh!".Y no era una pita en contra de un enemigo externo del país sino en contra de algunos compatriotas que bien podrían ser las madres o los padres de esos mismos niños. ¿Habráse visto jamás tal acto de pedofilia política? Hay que ver cómo los gobernantes pierden toda la capacidad para razonar cuando se les entrega una repleta chequera petrolera.


La única lucha contra el autócrata petrolero de turno que tiene una verdadera justificación histórica para nuestra querida Venezuela, es aquella que busque garantizar que más nunca se deje acumular tanto poderío en manos de quien ejerce el Estado. El sólo pensar que salgamos de este petro-teniente para que dentro de una décadas, o siglos, pueda venir otro a repetir algo similar, así sea con más elegancia y refinamiento, me produce nauseas. Es más, ya me importa un bledo cortar ésta podrida maleza, si no la podemos sacar con todas las raíces.

Y, francamente, si la oposición no es capaz de dirigir esa lucha, necesitamos de otra oposición, ya. No dejemos el futuro de las generaciones de venezolanos por venir en manos de otros quítate-tú-para-ponerme yo. Y no lo digo por cuanto no vea entre los oposicionistas, de lado y lado, a personas capaces para liderar una verdadera lucha transformadora, las hay, lo que pasa es que, enceguecidos, sólo saben atacar la muleta, hoy roja, permitiendo así que los sinvergüenzas, domingo tras domingo, de nuestra muy venida a menos monumental de Venezuela, salgan cargados en hombros, por los míseros sumisos en que las resultas petroleras nos han convertido.

La única bandera política por la cual vale la pena pelear y alrededor de la cual podemos reunir a nuestra desunida nación es la de quitarle para siempre la chequera petrolera al gobierno de turno… para que nuestros gobiernos aprendan ser gobiernos normales que trabajan con los ingresos que sus ciudadanos les asignen y no con los ingresos que se apropian de los recursos naturales… para que los ciudadanos aprendan responsabilizarse por su cuota parte de las resultas petroleras y no se sienten a esperar más los frutos de unos árboles imaginarios.

Vamos entonces todos a darle una pita a todos los usurpadores de nuestras resultas petroleras… ¡Aaauuuhhh!

septiembre 17, 2009

El tiro por la culata

Cuando un autócrata se dedica a favorecer los suyos y a castigar a los que considera su oposición, corre un alto riesgo que el tiro le salga por la culata; por ejemplo con respecto a la educación de los hijos de los suyos y los no-suyos.

En un seminario sobre emigración en el Banco Mundial se presentó un estudio de Satish Chand y Michael Clemens "Emigración y creación de capacidades: Un cuasi-experimento", septiembre 2008, Center for Global Development; en el cual se investiga las consecuencias de unas políticas de abierta discriminación en las Islas Fiji a favor de los originarios nativos-fijianos y en contra de los indios-fijianos, originarios estos últimos del Sur de Asia, de donde habían emigrado entre 1879 y 1917. Ambos grupos eran, para ese entonces, igual de grandes.

De la investigación se desprende que cuando en 1987 se iniciaron las discriminaciones la proporción de los indios-fijianos que cursaban estudios superiores y la cual anteriormente era muy parecida a la de los nativos-fijianos, se elevó, muy considerablemente. Como explicación se ofrece la mayor propensión a emigrar por parte de los indios-fijianos que resultó de la discriminación y las políticas de inmigración en países "cercanos" como Australia y Nueva Zelanda que favorecen a quienes tienen una mejor educación.

En otras palabras, los que eran discriminados negativamente estudiaron más por cuanto los incentivos para fajarse se elevaron, el valor marginal de la educación subió, mientras que los favorecidos más bien iniciaron un retroceso, hundiéndose en el barro de la mediocridad, por cuanto, para ellos, temporalmente, otros factores adquirieron más importancia para progresar, o sea, el valor marginal de la educación bajó. ¿Les suena familiar?

Otro estudio que impacta es el de Chang-Tai Hsieh, Edward Miguel, Daniel Ortega y Francisco Rodríguez titulado "El precio de la oposición política: Evidencia de la Venezuela del Maisanta", abril 2009, del Center for International and Development Economics Research. En dicha investigación se analiza la merma en los ingresos de quienes en el 2004, en Venezuela, firmaron para remover al petro-autócrata de turno y que como consecuencia de ello sufrieron represalias. Igualmente se calcula la merma en el Factor Productivo Total del país por el no permitir que las posiciones de trabajo fuesen ocupadas independientemente del color político.

Los coeficientes de correlación obtenidos en dicha investigación representan una evidencia científica sobre la violación de derechos humanos en Venezuela y que podría tener hasta mayor peso en las cortes internacionales que las declaraciones de cientos de sus víctimas.

Ahora esperamos una investigación sobre el efecto de la lista Maisanta en la educación. Sus resultados podrán servir de consuelo, por cuanto al orgullo que deben sentir los hijos sobre la posición no sumisa de sus padres, deban sumarle cierto agradecimiento por ese empujón que puede haberlos propulsado a un nivel superior al que hubieren alcanzado sin todo aquello, no solo en el exterior, sino también, en un futuro, en Venezuela, Dios así lo quiera. Y, "los suyos", de tener alguna vergüenza, tendrían que bajar la mirada, al contemplar cómo sus hijos no alcanzaron el nivel que podrían haber alcanzado, por el ejemplo de sumisión que ellos sus padres les dieron.

Por cierto, les cuento que los resultados del estudio en Fiji se dieron aun cuando a la población joven de los nativos-fijianos se le otorga una inmensa cantidad de becas y facilidades para los estudios mientras que les eran negadas a los indios-fijianos.

Investigación Fiji, Investigación Maisanta

El Universal

septiembre 10, 2009

Reuniendo los desunidos

En un estupendo articulo de 1893 "Tiempos revueltos en Austria" el gran escritor americano Mark Twain buscaba explicar cómo sobrevivía el sistema de gobierno Austro-Húngaro que según el señor Forrest Morgan gobernaba con mucha estabilidad una colcha de retazos de naciones con historias, razas, lenguas y culturas muy distintas; y las cuales consideraban a las otras naciones tan extranjeras como si no hubiese un gobierno común.

Escribía Mark Twain que casi a diario le explicaban que una revolución no tendría éxito aquí: "No podría, usted entiende. En términos todas las naciones en el imperio odian al gobierno, pero también se odian los unos a los otros, con dedicada y entusiasta amargura; no hay dos que puedan combinar; la nación que se subleve tiene que sublevarse sola; entonces los demás con alegría se unirían al gobierno en contra de ella; y solo tendría la posibilidad de una mosca contra una combinación de arañas. Este gobierno es totalmente independiente. Puede ir por su propio camino y hacer lo que le plazca; no tiene nada de qué temer.

En países como Inglaterra y América, donde existe una sola lengua y los intereses comunes son públicos, el gobierno debe considerar la opinión pública; pero en Austria-Hungría existen diecinueve opiniones públicas distintas -una por cada Estado. No -dos o tres por cada Estado, por cuanto hay dos o tres nacionalidades en cada una. Un gobierno no puede satisfacer todas estas opiniones públicas; solo puede hacer como si trata. Este gobierno hace aquello, busca causar la impresión que trata; y no tiene éxito; pero eso no le preocupa mucho al gobierno".

Eso parece confirmar y justificar la prevalente fe austriaca en que en esta confusión de elementos no relacionados e irreconciliables, esta condición de incurable desunión, hay fuerza… para el gobierno".

¡Ajá! ¿Desunir para gobernar? Esa estrategia como que se nos hace algo familiar en un país donde el monarca que casi se cree Habsburgo divide hasta los suyos para mejor seguridad suya. ¿Y cómo se hace para salirnos de éstas, de manera pacífica y no sarayeviana? Comprendiendo que los votos del lado contrario son más importantes que los votos del lado propio.

Si yo estuviese en una mesa coordinadora, del lado que sea, no perdería un segundo, ni gastaría un bolívar en encuestas sobre quién le gusta más a los supuestamente míos, sino que me dedico de lleno al estudio de quién entre los supuestamente míos causa el menor rechazo entre los supuestamente contrarios y quiénes entre los del supuestamente contrario le causan el menor rechazo a los supuestamente míos. Y alrededor de éstos, los menos horribles, construyo mis opciones. Repito tanto sobre las suposiciones, por cuanto, quién sabe, de repente, entre tanta división, se descubre una gran unión y que la mayoría somos los mismos con un solo objetivo básico.

Así que amigos, aun cuando la fortaleza de un monarca autócrata petrolero pueda estar en la desunión, no olvidemos que la fortaleza de una nación está en la unión.

El Universal